En una mudanza, hay objetos cuyo traslado muestra mayores dificultades que otros. Y uno de ellos es el colchón. Esto se debe a su gran tamaño, pero también a otras circunstancias especiales como su poca resistencia a la humedad. En cualquier caso, si te toman las precauciones precisas, trasladar un colchón en una mudanza puede ser más sencillo de lo que parece. ¡Toma nota de los consejos para el traslado de colchones en mudanzas particulares que aquí señalamos!
Consejos para trasladar un colchón en una mudanza
Antes de comenzar el traslado del colchón, es fundamental envolverlo con plástico, esto servirá no solo para prevenir manchas en el colchón, también para evitar que se acumule la humedad. Cerciórate de que queda bien envuelto por todos lados, pero también es importante fortalecer bien las esquinas y los bordes con cartones, para evitar que cualquier golpe pueda deformarlo.
Para resguardar el colchón aún más si cabe, puede ser una buena solución cubrirlo con mantas viejas. Esto asimismo va a ayudar a que no se deslice en el camión a lo largo del traslado y que no pegue a otros muebles. Aunque en esto tiene mucho que ver el vehículo de mudanzas escogido. Es preferible que hagas la mudanza con un camión cerrado, así si llovizna te asegurarás que el colchón no se moja. Pero volviendo al plano de la estabilidad, un camión preparado para mudanzas permitirá la correcta fijación de los muebles.
Y es muy importante que el traslado del colchón se realice entre, al menos, dos personas. Por su tamaño, sería inviable que una sola persona pudiera moverlo por sí misma con seguridad. Además, el colchón podría doblarse, con las consecuencias que esto tendría en caso de los colchones de muelles.
Dónde almacenar un colchón
En caso de que el colchón se vaya a quedar un tiempo sin emplear, lo mejor es que arriendes un guardamuebles para tener protegido el colchón, así como los muebles que no vayas a colocar de inmediato en tu nuevo hogar. De esta manera, el colchón se almacenará de forma segura hasta que vuelvas a darle uso.